El Señor es mi Luz y mi salvación,
el Señor es la defensa de mi vida,
si el Señor es mi Luz ¿a quién temeré
quién me hará temblar?
Seguramente has tenido la oportunidad de escuchar este hermoso canto. A mi en lo particular me encanta y me llena de paz cada vez que lo escucho y lo canto.
Ahondando un poco más en la letra podemos ver lo cierto que son estas palabras, pues si tenemos a Dios como el centro de nuestra vida, si realmente lo declaramos como la “persona”, el Ser más importante en nuestro día a día, entonces ¿a quién podremos temer? ¿quién hay más grande que nuestro Dios?
Si declaro con fe que El Señor es mi luz y mi salvación entonces los momentos de oscuridad no podrán derrotarme, no podrán doblegarme ni vencerme.
Si declaro con fe que El Señor es la defensa de mi vida, entonces no hay razón para temer al mal, pues Jesús ha defendido nuestra vida dando su propia vida. Así de grande es el Amor de Dios, un amor sin medida.
Pidámosle al Señor en oración que nos guíe cada día, cada momento, que nos guíe por sendas de paz y de justicia. Pidámosle que a pesar de las dificultades tengamos la fortaleza y el ánimo para seguir adelante.
Repite sin cesar todos los días “El Señor es mi Luz y mi Salvación”
Deseo que Dios te proteja y conceda los anhelos de tu corazón.
Te dejo la letra de esta canción tan hermosa, espero que la hagas
parte de tu vida.
EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN.
EL SEÑOR ES LA DEFENSA DE MI VIDA.
SI EL SEÑOR ES MI LUZ, ¿A QUIÉN TEMERÉ?
¿QUIÉN ME HARÁ TEMBLAR?
Una cosa pido al Señor:
«habitar por siempre en su casa;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo santo».
(El señor es mi luz..)
No me escondas tu rostro, Señor,
buscaré todo el día tu rostro.
Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.
(El señor es mi luz..)
Oh, Señor, enséñame el camino,
guíame por la senda verdadera.
Gozaré de la dulzura del Señor
en la tierra de la vida.
(El señor es mi luz..)
