Reflexión sobre el Perdón

Una señora buscaba con mucho interés al Sacerdote de la parroquia para desahogarse y pedirle consejo. La señora se sentía mal de cuerpo y alma. Tenía una úlcera en el estomago y mucho miedo de operarse.

Al encontrar al sacerdote le preguntó: Padre, ¿usted cree que si ofrezco un rezo o alguna penitencia mi úlcera pueda sanarse sin tener que operarme?

reflexión sobre el perdón

El sacerdote le respondió con otra pregunta. Señora ¿Hay alguien a quien usted odie? La Señora respondió: Sí Padre, pero es un odio totalmente justificado y no pienso perdonar a esa persona. Tengo toda la razón para odiarla, me ofendió mucho.

El Sacerdote entonces le dijo: Una vez Jesús enseñaba que no tiene ningún mérito hacer el bien a los que nos hacen el bien, porque cualquier persona hace eso. La verdadera nobleza del alma consiste en pagar con bien a los que nos hacen el mal. También aplica en este caso.

No se trata de que el odio sea justificado o no, si usted tiene razón entonces mayores serán los méritos al perdonar. En caso contrario hacer oraciones u ofrecer sacrificios dude que sirva para aliviar su úlcera. La mujer se quedó pensativa, después rezaron juntos y la mujer se marchó.

El perdón - Pareja platicando

Al llegar a casa le contó lo que sucedió a su marido, este le pidió también que perdonara a aquella persona que le había ofendido, ella se resistía, pero él insistió: “Vamos a orar para que puedas perdonar”. A mitad de la oración se rindió, enseguida le sobrevino una calma y una paz Grandes. La mujer siguió orando diariamente.

Unas semanas después la mujer fue al hospital para hacerse unos nuevos análisis y fijar la fecha de la operación, si es que fuera necesario. El médico le dijo que inexplicablemente la úlcera había desaparecido. La úlcera de esta mujer había sido ocasionada por el odio a otra persona. Desaparecido el odio la enfermedad retrocedió.

Reflexión:

Te invito a pensar si tienes a alguien quién perdonar, reconsidera perdonar para que puedan sanar las heridas de tu cuerpo, pero sobre todo las del corazón. Recuerda que el odio y el rencor son venenos que nos tomamos nosotros mismos queriendo que hagan efecto en los demás.

Sobre el Perdón

El perdón es una decisión y es también un proceso, no es algo instantáneo. Para poder perdonar debemos luchar para vencer nuestra propia soberbia, nuestro orgullo, y nuestro miedo a perdonar. Hay que dejar de pensar solamente en nosotros y en el daño que hemos sufrido por parte de aquél que nos ofendió. Perdonar a las personas, no sus acciones.

Hay que estar consciente de que el acto de perdonar no significa cegarse a la realidad. No debemos permitir que se nos maltrate o se nos lastime física o mentalmente, debemos poner límites. Podemos perdonar y alejarnos de aquellos que nos lleven por el mal camino y orar por ellos.

Perdonar a nuestros amigos tiene un gran mérito, pero perdonar a nuestros enemigos tiene un mérito aún mayor y tiene un beneficio mucho más grande para nosotros mismos, para nuestra salud  y sobre todo para nuestro bien espiritual.

Podemos pensar equivocadamente que aquel a quien vayamos a perdonar debe estar agradecido con nosotros por perdonarle y rendirnos honores. Pero Recuerda que perdonar es una decisión y un proceso y que el premio es la libertad del alma. 

El hecho de perdonar te hará crecer a ti como persona, en tus valores y en amor. La oración es una Gran herramienta que nos ayudará si estamos en el proceso de perdonar a alguien.

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Reflexión basada en una publicación de: 5 Minutos de Oración en el Hogar

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